Duerme la joven, bajo el susurro de la brisa que roza su cara
nueva de caricias y deseos...
Acurrucada en el resguardo de su mismo abrazo,sueña...
Sueña con un bello lugar, adonde su alma supo despertar
al amor;
su rostro complacido y calmo refleja la felicidad...
La tarde teje alrededor suyo una maraña
de hilos dorados y tibios...
Nada turba su descanso, ni los sonidos del viento
ni el canto de los pájaros.
Su larga cabellera cae en cascada pródiga,
negro azabache es su color...
vá contorneando facciones delicadas y sutiles;
maravillosa edad la del amor y del ensueño...
las hojas como mantos ,cubren a la hermosa
durmiente;silencio total,pleno...
es tal el encanto de lo que vive
que la tranquilidad asoma en una sonrisa
a sus labios...
Duerme, niña...duerme;mientras ,
la vida sigue su rutina diaria, y su
andar silente.
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